En aquel caliente Mayo de 1968 los jóvenes en Praga trataban de construir un socialismo de rostro humano.
En París, los estudiantes lanzaban desde las barricadas su asalto al cielo. La revuelta nos dejaría una consigna deliciosamente anarquista:
“Prohibido prohibir”
Mientras más al sur la imaginación caribeña en el poder consumaba una relampagueante ofensiva revolucionaria……contra puestos de fritas y vendedores de duro frío.
En París, los estudiantes lanzaban desde las barricadas su asalto al cielo. La revuelta nos dejaría una consigna deliciosamente anarquista:
“Prohibido prohibir”
Mientras más al sur la imaginación caribeña en el poder consumaba una relampagueante ofensiva revolucionaria……contra puestos de fritas y vendedores de duro frío.
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