martes, 10 de junio de 2008

Periodo de tránsito




Tengo un colega de trabajo hindú con quien suelo a veces discutir de política. Un día me lanzó a boca de jarro su tesis de que la humanidad no está preparada para un sistema democrático. Más conveniente, de acuerdo con su credo, resultaría una dictadura benévola.
El sonido de estas dos palabras juntas me agarró por sorpresa. Producen una disonancia absurda. Como Abuela, cuando al referirse a una muchacha del barrio tan amable como cariñosa, quien de noche trabajaba en el Malecón habanero comenta:
-M….. es una jinetera más decenteeee.
Así como habrá sin dudas putas con dignidad últimamente he estado analizando bajo una nueva luz la consideración de mi amigo.
Por una parte la democracia representativa, y valga la redundancia, como sistema de gobierno sólo funciona en unos pocos países, usualmente ligados a la tradición judeo-cristiana. Fundamentalmente en Europa Occidental y sus ex-colonias, los que representan poco menos del 10% de la civilización terrícola.
No hablo de sus aspectos externos como elecciones libres y multipartidismo. En un sentido riguroso de libertad y respeto al individuo muy pocos podrían clasificar como tales. Varios países asiáticos, si bien cumplen con los dos primeros resultan, en contraste, milenariamente autocráticos. Es el caso de Japón por ejemplo, donde patriarcas de familia, ejecutivos de ciertas compañías y maestros resultan dioses incontestados, con poderes hasta para el castigo físico.
Rusia y China han sido tradicionalmente países con fuertes gobiernos autoritarios. India, la llamada democracia más grande del mundo, es una sociedad corrupta, dividida en castas y con marcadas diferencias sociales. América Latina, si bien hay recientes avances en algunos países, esta lejos de clasificar como tal, sobretodo cuando se adopta un período histórico más abarcador.
En Cuba, pese al relevo de mando, sólo los más optimistas se atreven a soñar con una transformación realmente democrática. La dinámica de los cambios, a pesar del sentido positivo de muchos de ellos, perfila como escenario más probable un sistema dónde se mantengan el privilegio de una elite y la represión del movimiento opositor, junto a mejoras en la vida cotidiana; transporte, alimentación, comunicaciones, servicios de salud. Una dirección más colectiva sin llegar a ser popular. Relajamiento de las restricciones de viaje. Criticar si, pero en el momento y lugar adecuado. Con cordura caballeros.
De llegar a producirse el escenario anterior la mayoría de la gente bendecirá el nuevo rumbo. Será entonces el momento que los compañeros de la escuela del Partido Ñico Løpez aprovecharán para darle un contenido teórico a todo el paquete.
En la última edición revisada del marxista Manual de Constantino escribirían:
“Nuestro país vive actualmente un período de transición de una dictadura maligna a una benigna”
Y con las mismas vacas sagradas, añadirá mi socio Bengalí.
Sera que aún no estamos listos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay que hacerle ascos a ciertas autocracias. En no pocos casos son un mal menor. Si bien estoy de acuerdo en que la democracia como ideal es insustituible, hay asuntos inmediatos que resolver que no pueden esperar a que un pueblo "madure". La democracia suele ser un lujo de los estados poderosos, los cuales se instalan ademas en un ciclo de retroalimentacion positiva. Mientas disfrutan de bondades tales como la meritocracia, hacen por imponersela a otros sin otro proposito que el bien propio: nuevos mercados, mano de obra y materias primas baratas. Bajo amenaza, real o inventada, es la primera en ser sacrificada en virtud de la "seguridad nacional".
La medida de benignidad de una dictadura esta en cuanto administra la represion.
A mi no me gusta vivir bajo dictadura por mas que le encuentre sentido mas alla de mi. Por eso arranque y me fui. En eso radica parte de mi contribucion a hacer de este mundo un lugar mejor. Pago con soledad y nostalgia. Nada de hacerme la victima y disimular mi escapada personal con anticastrismo a distancia y a destiempo. Esa es toda mi honestidad.

Anónimo dijo...

Muy cierto Omar. El origen del fracaso de los EU en Iraq por ejemplo pudiera estar, mas alla de consideraciones tacticas, en que tratan de imponer un modo de vida ajeno a la cultura y la tradicion de ese pais.
Es un problema complicao porque por otra parte la democracia "burguesa" tiene muchas limitaciones como bien dices