Nuestros muertos alzando los brazos

Respeto el dolor de aquellos que perdieron algún ser querido en medio de un conflicto que dura ya más de 60 años.
Sin embargo, leyendo los documentos de Archivos Cuba, en particular las cifras de los asesinados, me pregunto como se le puede dar credibilidad a un proyecto más interesado en una agenda política concebida de antemano que en encontrar una verdad.
No pretendo negar nuestro criollísimo holocastro, sólo digo que la búsqueda de lo veraz requiere un análisis más allá de nuestros prejuicios, emociones y sobretodo de un enfoque que ponga las cosas dentro de un contexto histórico, que diseccione los hechos por encima de las pasiones. Por desgracia la asignatura está aún pendiente.
Me viene a la memoria un hecho ocurrido en el barrio hace unos meses. Frente a mi casa hay un bache monumental. Declarado patrimonio universal por la Academia de Ciencias, se preserva el sitio como uno de los posibles lugares donde cayó el meteorito causante de la desaparición de los dinosaurios. Bueno de casi todos.
Una fatal mañana de domingo un chofer dio un corte de timón tratando de evadirlo. Desafortunadamente atropelló a al viejito que caminaba por el parque causándole la muerte. De inmediato un grupo de vecinos se reunió en el lugar del accidente. Enseguida se armó la clásica discusión.
Vecino pro-archivos Cuba: Este muerto se lo cargamos a los hermanos Castro, son los responsables por lo malas que están las calles.
Vecino pro-gobierno: La culpa es del bloqueo imperialista que no nos deja comprar asfalto.
Vecina ama de casa: Qué gobierno ni qué imperialismo, ni ocho cuartos. El chofer estaba borracho, yo vi al camión haciendo eses.
Vecino pro-archivos Cuba: La culpa la tiene el gobierno por venderle un ron tan malo a los camioneros.
Vecino pro-gobierno: si no nos hubieran quitado la patente del Habana Club…
Otro vecino (alias el sordo): Coño llegó el ron a la bodega, por qué no me lo dijeron antes?
Abuelo a su nieto: Ya vea hijo, contar no es tan fácil como le enseñó su maestra.