domingo, 13 de abril de 2008

Noticias y dialogo entre hermanos

En medio de la orgía de información post-congreso dos importantes noticias han pasado inadvertidas para la blogosfera cubana.
En Alberta, Canadá, el cable reporta que tres adolescentes están siendo juzgados por tratar de cocinar un gato vivo en el microwey.
En USA los Clinton acaban de hacer su declaración de impuestos. Resulta que Bill, despues de su retiro, ha ganado 51 milloncitos en discursos y otros 20 por la publicación de su libro.

Mientras tanto un diálogo entre hermanos tiene lugar:
-Te lo dije Raúl; mira lo que sucede por estar vendiendo esas porquerías modernas capitalistas. Si esos canadienses, nacidos con un microwey en la cuna, son capaces de hacer tales cosas qué no se le ocurrirá a nuestros muchachones cuando tengan el primero en sus manos.
-Humm. Prohibir no resuelve el problema. Tal vez podríamos poner los gatos en divisas.
-Viste lo de Clinton? Coño si lo hubiese sabido me habría retirado antes. Y Lazarito Barredo ni paga por mis reflexiones.
-No te quejes Fidel, Clinton tuvo que pagarse el by-pass y todas las cirugías plásticas a Hillary. A tí te estamos dando atención médica gratuita desde hace dos años. Hasta le hemos dado su pasecito a Dalia.
-Y el sinvergüenza de Ramonet. No me ha dado ni un minuto de mis 100 horas.
-Te asignamos un compañero de la Ñico López, quien te está dando clases de redacción para que mejores tu prosa, sin que cueste un centavo de tu bolsillo.
Medicina y Educación gratuitas gracias a la Revolución, no seas tan mal malagradecido.

La noticia trae al cuento la cuestión de cuánto gana un presidente retirado en Cuba. Es difícil saberlo pues jamás se previó. Al funcionario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que hizo la pregunta cuando aquello de los calificadores de cargos todavía lo están buscando.

viernes, 11 de abril de 2008

Reinventando al compañero Pitágoras: el número Pi.



Me lo presentó mi profe de Matemáticas, y de inmediato, mostrando esa fatal costumbre que tenemos los cubanos de hablar mal a espaldas de los números, agregó:
- Es un número muy irracional.
Su comentario me dejó intrigado; pero hay números racionales?, cómo se puede ser irracional en una sociedad que tiene todas las respuestas y un futuro luminoso por delante?
-Por qué?, pregunté con la ingenuidad y tozudez del Principito.
-Sus cifras decimales son infinitas.
-Eso no es irracionalidad, es aburrimiento profe.
-Es que nunca se repiten.
-Bueno ya es algo, aunque más bien lo llamaría indisciplina numérica.
Cuando uno no encuentra las respuestas en la escuela acude a los padres. La de mamá, no muy convincente tal vez, vino desde su perspectiva de ama de casa:
-Fíjate en el dos, el cuatro, el ocho. Tan racionales y divisibles que se ven con sus pañoletas rojas.
Seguí buscando respuestas. Un buen día la verdad me fue revelada en el libro sagrado de los teoremas:
“El número Pi es la constante que divide la longitud de la circunferencia ente el diámetro de la misma.”
Así que tratando de unir el dogmatismo de una línea recta con la maleabilidad impredecible de una curva eh? La mismísima cuadratura del círculo.
Qué ingenuidad! Es cómo si cogieras un miliciano de Marianao, lo multiplicaras por una constante y te diese un gusano de Hialeah.
Bueno no esperes mucho de alguien que apenas rebasa el tres sin haber nunca llegado al cuatro.
Pobre Pi! Lástima sentía por la soledad de su idealismo cuando descubrí otro axioma aún más sorprendente:
“En cualquier población de entes reales los racionales tienen medida cero. Los irracionales son infinitamente más numerosos. Tantos que no se pueden contar, sólo que andan escondidos.”
Para que lo conozcan mejor aquí les dejo parte de su biografía, quiero decir de sus cifras:

Pi = 3.14159 26535 89793 23846 26433 83279 50288 41971 69399 37510…